(Manos Unidas) – En lo que va de año ya son más de 4.000 las personas que han muerto cuando intentaban hacer realidad sus esperanzas de futuro. El informe “Viajes fatales: seguimiento a las vidas perdidas durante la migración”, no puede dejar a nadie indiferente. Los trágicos naufragios de hace un año en Lampedusa, en los que perdieron la vida 400 personas, fueron el origen del arduo trabajo de investigación. Este estudio ha sido publicado por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). Una publicación que estima que, desde el año 2000, son más de 40.000 las víctimas de estos viajes fatales, un dato que ha llevado a la OIM a hacer un llamamiento a los gobiernos del mundo frente a lo que califican de “epidemia del crimen y la victimización”.