“Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo; mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti”.
Madruga por Dios, Iglesia cuerpo de Cristo, madruga y sube a la montaña santa, pronuncia el nombre del Señor, y escucharás proclamado para ti el misterio que celebras: «El Padre es amor; el Hijo es gracia; el Espíritu Santo es comunión».