“Dios mío, dame paciencia… ¡pero ya!” El gag del mítico Eugenio está ahora más vigente que nunca. Todos queremos mejorar, pero no estamos dispuestos a afrontar el tiempo que lleva el proceso. Lo saben bien los compañeros de los medios que redactan esos artículos que con tanta facilidad escalan a los primeros resultados de las búsquedas digitales: promesas de cambio, rápidas y en pequeños pasos. Seguro que se habrán topado con algunos de ellos, son fáciles de detectar: “Consiga un vientre plano con estos dos sencillos ejercicios”, “Evite el estrés en 5 pasos”, “5 recetas rápidas para comer más sano” y etcétera.
Gimnasia de misericordia
Miguel Ángel Moreno